Recomendaciones para Acompañar a un Niño con selectividad alimentaria

La alimentación en la infancia no es solo una necesidad biológica, también es una experiencia sensorial, emocional y social. Algunos niños pueden presentar restricciones alimentarias que dificultan una alimentación variada y equilibrada. Esto puede deberse a cuestiones sensoriales (texturas, olores, sabores), como también a cuestiones conductuales entre otros causales posibles.

  • Creá un entorno tranquilo para las comidas :
    Evitá presiones, pantallas o tensiones en la mesa. El ambiente debe ser predecible y relajado.

  • Ofrecé los alimentos sin forzar :
    No obligues, amenaces ni negocies con la comida. Ofrecer de forma neutral y repetida es más efectivo que insistir.

  • Respetá sus tiempos y sensibilidades sensoriales :
    Algunos niños rechazan ciertas texturas o temperaturas. Permití que explore con la vista, el olfato y sobre todo el tacto antes de probar.

  • Dale oportunidades de ver a otros comer con placer :
    El modelado es una herramienta poderosa. Ver a sus referentes disfrutar de la comida puede generar curiosidad.

  • Presentá los alimentos de forma lúdica y atractiva :
    Usá moldes, colores, formas o historias para despertar interés. Involucrarlo en la preparación también ayuda.

  • Ofrecé variedad sin cambiar todo de golpe :
    Podés comenzar con pequeñas modificaciones en alimentos que ya acepta (ej. cambiar la forma, la temperatura o el acompañamiento).

  • Mantené horarios regulares y evitá picoteos :Las rutinas alimentarias favorecen el apetito y dan estructura al día.

  • Evitá convertir la comida en un momento de conflicto :
    La tensión genera mayor rechazo. Validá sus emociones y acompañá con paciencia.

  • No escondas cosas que no come, dentro de alimentos que acepta.

Los comportamientos de restricción alimentaria que están asociados al comportamiento, se deben abordar con el enfoque conductual, los que están asociados a intolerancias sensoriales, se debe abordar desde la integración sensorial. Un profesional puede luego de una evaluación determinar el tipo de ayuda precisa que requiere tu niño.